Para ser un buen cristiano necesariamente no es ser religioso o pertenecer a una secta. Cristiano es aquel que cree fielmente y obedece conociendo los mandamientos celestiales. Aquella criatura que conoce las leyes celestiales del Todopoderoso y vive sirviéndole, ese es un buen cristiano. Las leyes celestiales son los mandamientos para el espíritu en su mundo espiritual. Las leyes del Creador no son mandamientos humanos, sino mandamientos para la vida del espíritu.
Todo aquel que no ha conocido las leyes celestiales, vive en tinieblas en el cuerpo, como también aquellos que han dado el cambio sin tener la oportunidad de haber conocido esas leyes. Ahora les digo que mientras no quieran recibir esas divinas leyes, entonces seguirán en mundos de expiación por consecuencia de las tinieblas en el espíritu. Despierten hermanos y comiencen a conocer ese libro invisible que está en el cosmos, y que se aprende a conocer a través de la conciencia una vez que el espíritu está preparado para decir presente. Hermanos, comiencen a conocer el origen del espíritu.
Hay cuatro misterios ocultos de los que nos habló nuestro Señor Jesucristo en aquellos tiempos. 1) Que el espíritu aprende las cosas celestiales solamente en el cosmos. 2) Que solamente hay un maestro para enseñar las cosas que son origen del espíritu, y que es nuestro Jesucristo el que las enseña. 3) Que la conciencia es la que recibe en el cosmos. 4) Que la perfección para la sanación en el alma es lo principal.
La sabiduría es de Dios, el de las Alturas. Él es el que la enseña. No confundan la sabiduría con la inteligencia. La Luz celestial será siempre la iluminación en el sendero del espíritu de los humanos.
Amén.
viernes, 22 de enero de 2010
Conocer los mandamientos celestiales para ser un buen cristiano
martes, 12 de enero de 2010
Conversaciones con seres durmientes
Ustedes no pueden continuar amando a nuestro Señor Jesucristo con pregones y alabanzas. Las alabanzas sí son bonitas, pero no penetran el alma, y por eso no han podido sanar, ni siquiera reconocerse ustedes mismos. Cómo van a reconocer entonces a nuestro Señor? Hace dos mil años que estuvo el Señor entre nosotros. Pregunto. Están en su obediencia? Son mejores hermanos de lo que eran antes en las otras generaciones, o están en peores condiciones?
El fanatismo es una de las enfermedades más dañina porque en el fanatismo entra la mentira, que es el factor principal y poderoso del enemigo de Cristo. Dentro de ese mal se encuentra el odio, venganza, orgullo, envidia, celos, etc. Ahí es donde comienza la separación en todos los ángulos, y no puede haber señales de paz y amor. Por eso es que muchos terrenales comparan a las religiones con la política. Estoy segura que se estarán preguntando los que desean entrar en esos conocimientos que se recibe del cosmos, a quién podemos buscar y salir triunfante. !Oh hermanos míos! A nuestro único maestro, nuestro Señor Jesucristo, quien es hoy nuestro Dios. El que está allá arriba en el cosmos y no el que está debajo del espacio. Por eso aprender por el espíritu.
Yo sé que no se trata de escuchar cuando se dice la verdad. Comprendo que por falta de conocimientos celestiales, viven pensando así. Mi deber es dar a conocer los mensajes que se me ha sido permitido llevar. Yo vivo para el adelanto de mi espíritu. Ya mi conciencia logro penetrar en las leyes que pertenecen al espíritu. Hoy puedo decir: Estoy en el mundo, sin ser del mundo.
Mucha oración hermanos míos, para que las almas que están dejando este suelo terrenal, puedan deslizarse por el espacio y encontrar esa Luz, esa bendita Luz que son muy pocos los que quieren encontrarla hasta el momento en esa separación cuando comprenden que es necesario entrar en ella para encontrar a ese Divino Ser, a nuestro Señor Jesucristo.
Amén.