Hay una preocupación bien grande dentro del materialismo. Ellos están tan preocupados por los que ellos creen que están en pecados, que no buscan sanar ellos mismos sus propios pecados. Si lo hicieran reconocerían quién es el que verdaderamente le sirve al Creador. También reconocerían a quién ellos le están sirviendo para que entonces puedan sanar a los habitantes de este mundo. Yo les digo, que la paja que tienen en los ojos es cada día más grande. Si buscan los problemas (situaciones) de la humanidad, no es solamente a causa de las drogas, y de otros vicios que existen en el mundo. Los problemas de la humanidad llegaron desde que fuimos arrojados a este mundo. Mundo para los ángeles caídos y su profeta. Tienen que buscar quiénes son esos ángeles caídos y su profeta.
Si la humanidad aprendiera a escuchar a su conciencia y despertara, comprenderían porqué fuimos arrojados a este mundo, y a quién obedecimos, entonces sería fácil para ellos salir de ese aturdimiento en el que se encuentran. Algunas personas dicen, que no se le puede dejar los problemas a los que llaman, iglesias. En esas llamadas iglesias lo que hacen es acumular tesoros materiales para sus antojos personales, y construyendo grandes edificios, pero no edifican ni un alma porque construyen pero no edifican. La edificación es en el espíritu del hombre para la gloria en su alma. Ellos no conocen nada de la pureza del espíritu del hombre. No olviden nunca que solamente al Dios de las Alturas por el espíritu y no por la letra. Mi Señor me enseñó a recibirlo en el espíritu, porque él es espíritu. Quiero decir, que no se puede comunicar con él humanamente, y por eso nos pide la limpieza en el espíritu, para que podamos recibirlo a través de nuestra propia conciencia. Por eso también es necesaria una conciencia despierta.
Aprender a sanar tu conciencia en el plano astral cósmico con el Espíritu Santo. Así aprenderás a recibirlo en el espíritu. Yo amo al Dios de las Alturas espiritualmente y no religiosamente. No amo al Señor Dios de las Alturas por el credo, sino con los hechos. Ese es el plan de las grandes nuevas que el Señor de las Alturas tiene para todos nosotros.
Cuando recuperamos nuestra espiritualidad, entonces somos completamente libres de las ataduras de los credos. Ya se vive según el estado de la conciencia. Cuando recibimos esa salud interna, vivimos y pensamos según el perfeccionamiento que hemos logrado recuperar.
Bienaventurados los que sufren porque ésos verán a Dios, el de las Alturas. Y yo le añado: Bienaventurados el que sufre el martirio de la predicación, porque ésos le serán gratos a Dios, al de las Alturas.
Les amo, teresa (teremyr@gmail.com
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