Cuáles son las Grandes Nuevas que el Señor está enviando?

Que cuando el espíritu ha sido limpio en el cosmos (cielos) entonces se recibe al maestro único, Jesucristo. Con qué propósito es necesario que sea en el cosmos? Para que aprenda a recibir el evangelio del reino celestial. Otro mensaje de las grandes nuevas es, que por la conciencia es que se aprende a recibir el evangelio cósmico estando el espíritu fuera del cuerpo físico una vez que está limpia su alma. Es la manera única de recibir la verdad del origen de nuestro espíritu. Es en la única forma de recibir la verdad para saber quiénes somos nosotros espiritualmente. Esas son las grandes nuevas que no pudo decirnos nuestro único maestro Jesús para aquel tiempo. Por eso nos decía que él es el único maestro. También escrito está en la biblia para aquellos que quieran tratar de desmentir mis palabras. Nos dice así: No es el hombre en la Tierra que puede revelar la verdadera palabra, sino que es por medio del espíritu. (Juan 3 ver. 6. Tenemos que reconocernos para poder conocer y recibir a Cristo.

La biblia dice que es necesario recibir el Espíritu Santo por medio del espíritu, para poder predicar la verdadera palabra. Cómo puede el hombre recibir por el espíritu las predicaciones celestiales, si así es como se recibe la verdad? El Señor para aquellos tiempos no dijo cómo se recibe. Él lo dejó para el tiempo del recogimiento final. Lo dejó para el cambio final del planeta Tierra, hacia el estado perfecto en sus habitantes. Pero hermanos míos, el camino sigue siendo estrecho. Serán muy pocos para esta tierra prometida, porque siguen dormidos los habitantes del planeta Tierra. El motivo es, que el espíritu en sus habitantes no quiere despertar para que puedan recibir la verdad quiénes somos nosotros.

Los habitantes del planeta Tierra siempre han querido ser más poderosos que nuestro único Padre celestial. Ese poder que por siglos y siglos los ha mantenido a todos ciegos. Siguen atados al que nos engañó desde que fuimos arrojados del reino celestial. Nosotros hemos sido los ángeles caídos, y fuimos arrojados con el príncipe del mundo desde la fundación de este mundo. Fuimos arrojados a este mundo por nuestra desobediencia.

Amén.