viernes, 6 de noviembre de 2009

La Salud Física y la Salud Interna

El doctor conoce el funcionamiento del cuerpo físico. Él atiende su paciente físicamente. Es un doctor de la salud física como lo dije anteriormente. Hablemos ahora sobre un sanador de la salud interna. Ese sanador tiene que conocer la parte interna ( que es el alma ) para poder sanar al espíritu de esa persona. Tiene que estar preparado con las herramientas adecuadas como lo tiene que estar el cirujano para su paciente.

Como toda la humanidad conoce el proceso de un doctor, o sea, los pasos que tiene que dar, pues, hablemos sobre los pasos que tiene que dar un verdadero sanador de las almas de los espíritus. El sanador primero tiene que recibir su propia sanación para poder comenzar su tarea. Su sanación no la obtiene en el suelo terrenal, sino allá en el espacio cósmico. Luego de obtener su propia sanación, y que es un proceso de tiempo a través de sus reencarnaciones, entonces comienza a recibir la alimentación para la ayuda de los que quieran seguir evolucionando hacia el lugar que le corresponda a cada uno en su evolución.

La alimentación de la que estoy hablando a través de mis escritos, no se encuentra en el suelo terrenal. No es la alimentación que nos brinda el hijo del hombre, sino la alimentación que se recibe del Espíritu Santo en nuestro espíritu luego de haber corregido también el alma. Los habitantes de este planeta Tierra no saben que el espíritu necesita su alimentación celestial, su alimentación cósmica, para poder regresar al reino cósmico. Vuelvo y repito. Que esa alimentación no se recibe del plano terrenal, sino en el plano cósmico. Nuestro Señor nos decía y sigue diciendo que él es el único maestro, porque sabe cuáles son las cosas que pertenecen al espíritu. Él siempre se refiere a la vida del espíritu. De eso es que se compone su evangelio. Siempre ha sido así. Por eso los predicadores que no eran los llamados, no entendían su lenguaje, y así mismo lo han seguido por siglos y siglos.

En el libro, llamada la biblia, como la conocen los terrenales, se puede encontrar muy poco de lo que en realidad nos dejó nuestro Señor Jesucristo para aquel tiempo de las santas escrituras. Su doctrina bajó de los cielos, y volvió a subir de nuevo al reino cósmico. Por eso sigo diciendo que miren hacia ese divino espacio porque ahí está lo que se necesita, el verdadero maestro, y nuestro verdadero Templo. La alimentación que han recibido de los predicadores carnales siempre ha sido confusa. Llena de alimentaciones negativas. Como ejemplo la información sobre la muerte, porque han enseñado que nosotros no somos eternos. Eso ha sido una forma de querer acabar con la vida eterna de la que nuestro Señor nos predicaba para aquellos tiempos. Las doctrinas terrenales han querido destruir las obras del Espíritu Santo en este suelo terrenal. Las obras del Espíritu Santo están en una sola doctrina, y no muchas doctrinas como lo son las carnales.

Hermanos, hay un solo pensamiento, el pensamiento de las cosas que pertenecen al espíritu. El espíritu en su estado perfecto no mezcla sus cosas espirituales con las carnales. Es un solo pensamiento, su lenguaje cósmico. El espíritu perfecto, su conciencia no se dedica a conocimientos terrenales, sino a los conocimientos celestiales. Ya el espíritu perfecto conoce sus pertenencias y puede desligarse de sus antojos carnales. Cuando yo les hablo con el lenguaje espiritual, es que quiero decir, que les hablo de las cosas que pertenecen al espíritu, y no a su vida carnal. Todo aquel que quiera evolucionar tiene que aprender el lenguaje que pertenece al espíritu. Acá en el plano terrenal no hay nada que pueda ser útil para el espíritu en su traslado hacia su verdadero mundo, su mundo cósmico.

Es tiempo ya de aceptar al Dios de las Alturas, y pedir la alimentación para el espíritu, para que la Luz comience a brillar en cada ser en la Tierra. Que sean todos bendecidos, os pido Señor. Amén.


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