martes, 14 de julio de 2009

Crecimiento Celestial en el espíritu

El verdadero caminar


El propósito de estas enseñanzas que he estado recibiendo es que el alma solamente se sana, cósmicamente, o sea, en los cielos (espacio) Es necesario para que el espíritu entre en el estado de perfección. Solamente hay un maestro, el Espíritu Santo. Él es el único que puede enseñar los ''conocimientos divinos''. Él sí los conoce. No hay nadie en este mundo que los pueda enseñar porque hay que tener la conciencia perfecta. No se puede recibir al Espíritu Santo por la lectura, ni aprender las cosas sagradas por un libro como la biblia. Por eso digo que la biblia ya es letra muerta. Aunque siempre lo ha sido, porque simpre se recibe la verdad sobre las cosas divinas a través del espíritu. Nuestro Señor llegó en aquel tiempo para que supierámos que solamente la verdad llega de los cielos (espacio) Sobre la biblia que ya es letra muerta, así mismo está escrito en ella. Es simplemente un recordatorio para aquellos que quieran desmentir mis palabras. Hace dos mil años que es letra muerta.




La sanación para la humanidad está en el espíritu en cada uno de sus habitantes. La sanación está profunda dentro de nuestro ser, y por eso es que tienen que sanar cósmicamente. Las enseñanzas de los carnales, que es lo que son todos ellos desde los siglos y los siglos, no son enseñanzas celestiales lo que predican. Los verdaderos conocimientos están en el espacio astral cósmico. Desde allá es que se reciben los conocimientos celestiales a través de un espíritu perfecto. Y la perfección solamente se obtiene cuando el espíritu de un ser, ha sido preparado en el ''divino plano cósmico''. Recordar también que la limpieza en el espíritu es a través de su alma, porque el alma es la que sana. Muy bien nuestro Señor sigue diciendo a los predicadores fariseos modernos, que un ciego no puede guiar a otro ciego porque siguen cayendo en el hoyo. Lo digo tal como está escrito en la biblia, y eso vuelvo y lo repito para los que quieran desmentir mis palabras. Los predicadores carnales siempre han querido ocultar los conocimientos divinos que se reciben del espacio cósmico. No es el hombre el que conoce la palabra divina, sino que es el espíritu del hombre cuando se es perfecto. El espíritu recibe al Espíritu Santo en todo su resplandor en el espíritu, y solamente se recibe en el plano cósmico su limpieza a través de seres perfectos y puros.




Todo lo que esta humilde sierva les habla, es como una información de los pasos a seguir aquellos que han aceptado que sí hay un cambio para el planeta Tierra. Hay un cambio para el planeta y sus habitantes tienen que evolucionar en el espíritu, por supuesto. Sus habitantes tienen que estar al contraste del desarrollo futuro del planeta Tierra. Nuestro Señor quiere que todos sepan que él es el que dirigirá este planeta en un futuro no muy lejano. EL príncipe que ha estado en este mundo desde el principio, pues ya se le está llegando el tiempo para su traslado. El materialismo no se ha dado cuenta que las columnas de las que nos habló para aquellos tiempos nuestro Señor Jesucristo, ya se están demoliendo una por una. Ya la ''fe carnal'' se está destruyendo. Florecerá la ''Luz'' en todo el planeta Tierra. Entrará la iluminación en todos los que despertarán, y en sus almas florecerá la paz y la armonía, porque donde llega la ''Luz'' se disipa la oscuridad. Ya no hablá llanto, sino alegría. El crujir de dientes se irá con aquellos que no lograrán escapar de la oscuridad.




Una vez que el espíritu ha desarrollado espiritualmente, sea ya en otra existencia o en esta, entonces se sigue buscando la continuación del creciento en el espíritu, pero celestialmente. El espíritu será el discípulo y no la materia. Para tener en nuestro ser, o sea, en nuestro espíritu, la correcta verdad, hay que aprender en el espíritu porque el espíritu es el que aprende el crecimiento celestial. Si todo lo que esté relacionado con lo sagrado están en el plano cósmico, o sea, en los cielos, entonces en la única forma de aprenderlo es en el espíritu. A habido un grabe error en tratar de querer estudiar los conocimientos celestiales humanamente. No entendimos el lenguaje, o sea, el evangelio de nuestro Señor Jesucristo, único maestro. Lo sigue diciendo que él es el único para enseñar los conocimientos celestiales si es que queremos regresar al reino celestial. Hoy se ha seguido viviendo con el mismo pensamiento de dos mil años atrás cuando recibimos a ese divino ser que llegó y lo pusimos en una cruz por él tratar que despertaramos de las tinieblas. Hoy 99% de la humanidad siguen viviendo dormidos sin poder despertar. Todavía siguen poniendo a nuestro maestro en la cruz.












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