A través de la biblia se les dice que la verdad llega del cosmos, o sea, de los cielos, y que esa predicación sí es perfecta. También a través de ella les dice, que tenemos que ser perfectos. Lo que sucede es, que la verdadera predicación por ser perfecta, no puede ser preedicada por seres imperfectos en el mundo. Por eso es necesaria la perfección en el espíritu. Nuestro Señor es el que purifica tu espíritu para depositar su templo. Su templo es el consolador que nuestro Padre envía en su nombre. Entonces, esa iglesia que es tu espíritu, el Espíritu Santo la perfecciona para que el consolador que mora en tí, pueda llevar la verdadera predicación, porque esa predicación sí es perfecta, como perfecto tiene que ser el espíritu que es el verdadero discípulo. Quiero tratar de explicar otra vez lo mismo en otra forma.
Allá arriba en el espacio cósmico ha sido siempre el lugar de donde llega la verdadera predicación. Cuando nuestro Padre celestial quiere que los planetas imperfectos den un cambio, él envía nuevos conocimientos en el espíritu de seres humanos para el mejoramiento en su moral, o sea, para que sanen en sus almas. Pero, para esa sanación, en el único lugar que se puede recibir la limpieza de la sanación, es en el plano cósmico. Esa continuación de nuevos conocimientos celestiales, llegan a través de seres elevados, ya sean desencarnados como encarnados, los que le llaman extraterrestres. Los seres divinos trabajan en conjunto para esos cambios. Entonces, aquellos que están encarnados en el planeta nuestro Padre escoge en el el espíritu para depositar en ellos los conocimientos celestiales, y que ya han sido merecedor para recibir esa misión de anunciar las ''Grandes Nuevas''. Vuelvo y repito de nuevo que esa misión llega celestialmente, o sea, el ser (espíritu) se instruye en el espacio cósmico recibiendo la limpieza en el espíritu, porque el espíritu es la iglesia. Esa es la limpieza que se menciona en la biblia cuando dice: ''la limpieza de las iglesias''. El espíritu es el que se limpia para su purificación. El materialismo, los que no fueron llamados a predicar el santo evangelio, confundieron el significado de las iglesias como también confundieron el templo. La iglesia es el espíritu, y el templo es un cuerpo celeste enviado junto con el consolador que es el Espíritu Santo que nuestro Señor Jesucristo envía en el nombre de nuestro Padre celestial, o sea, Padre, Hijo, Espíritu Santo.
Los seres divino dicen, que lo primero es la limpieza del espíritu a través de los seres cósmicos. Es en la única forma que el espíritu en el ser humano pueda regresar a su estado perfecto, para luego su purificación. Los seres cósmicos quieren que sepan que la humanidad ha sido engañada por las mentiras del materialismo. Es una mentira que siendo buenos entrarán al reino celestial. También es otra mentira cuando dice el materialismo que morimos. No solamente porque tenemos ojos espirituales para ver, sino que escrito también está donde nuestro Señor nos enseñó que somos eternos, porque tenemos vida eterna por el espíritu. Por él nos manifestamos siempre. Si le preguntan a la humanidad si podemos ser perfectos dirán que es imposible. Pues, por esas mismas enseñanzas de los predicadores carnales, hoy también siguen pensando que morimos, y es todo lo contrario de lo que nos dijo, y nos sigue diciendo nuestro Señor Jesucristo. Yo quisiera que la humanidad escudriñara aunque sea un poquito de lo que quedó del Nuevo Testamento, para que entonces busquen en ese espacio inmenso como lo indica el único maestro, nuestro Señor Jesucristo. El materialismo no tienen Luz para dar. Esas son las columnas que el Señor viene a demoler para edificar su templo.
Hemos vivido en este mundo aceptando las falsas doctrinas que no llegan del cielo. Siguen aceptando que seguimos muriendo sabiendo que somos eternos. Yo puedo comprobar a quién le han estado sirviendo los predicadores carnales. Se ha vivido bajo el manto de mentiras que ha mantenido a la humanidad en las tinieblas interna encerradas por siglos y siglos. Yo puedo comprobar a quién le sirvo, y puedo comprobar a quién el materialismo le sirve. El Señor sigue preguntando si un ciego puede guiar a otro ciego.
Si quieren despertar busquen de ''Dios el de las Alturas''. Que las energías divinas que hoy está llegando de ese espacio divino los cubra a todos con ese amor en Cristo.
Amén.
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