martes, 21 de julio de 2009

Sobre el materialismo

El materialismo enseña que el mal de la humanidad está en el comportamiento. El mal no está en el cuerpo físico. Ejemplo: Si una persona refleja un comportamiento bueno en un momento dado, el materialismo aplaude ese comportamiento, y eso hace aparentar que la persona sea buena, educada. Pero no comprenden que ese comportamiento le puede durar poco en otro momento. Entonces al perder ese comportamiento eso refleja otra señal de conducta. Por eso nuestro único maestro, nuestro Señor Jesucristo me enseña que ser bueno no es suficiente, sino que tenemos que ser perfectos. Perfeccionándonos recogemos toda la belleza del espíritu. En aquel tiempo él nos enseñaba el camino que nos conducía a ese estado de conciencia, pero rehusamos creer en las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo. Tropezamos en su palabra. Hoy, dos mil años después el materialismo sigue tropezando en ella. Tropiezan porque no creen en lo espiritual, sin embargo hablan de la espiritualidad sin conocer la espiritualidad. Las religiones olvidan que Dios es esíritu y nosotros a su semejanza. No hay ninguna otra espiritualidad que no sea la del espíritu. No se puede hablar de espiritualidad escondiendo la vida del espíritu. Escrito está que el reino celestial es un reino inmaterial.
Hay una preocupación bien grande dentro del materialismo. Ellos están tan preocupados por los que están en pecados, que no buscan sanar ellos mismos sus propios pecados. Si lo hicieran reconocerían quién es el que verdaderamente le sirve al Creador. También reconocerían a quién le están ellos sirviendo, para que entonces puedan sanar a los habitantes del mundo. Yo les digo que esa paja que tienen en los ojos es cada día más grande. Si buscan los problemas (las situaciones) de la humanidad no es solamente causa de las drogas, y de otros vicios que existen en el mundo. Los problemas de la humanidad llegaron desde que fuimos arrojados a este mundo. Mundo para los ángeles caídos y su profeta. Tienen que buscar quiénes son esos ángeles caídos y su profeta.
Si la humanidad aprendiera a escuchar a su propia conciencia, por qué fuimos arrojados a este mundo y comprendieran a quién obedecimos, entonces sería fácil para ellos salir del aturdimiento en el que se encuentran. Algunas personas dicen que no se le puede dejar los problemas a los que llaman, iglesias. Ellos con tantos tesoros que acumulan y sin embargo no han hecho nada por el planeta Tierra. Lo que han hecho es mentirle a los habitantes de este mundo. Ellos no conocen nada de la pureza del espíritu del hombre. No olviden nunca que solamente se recibe al Dios de las Alturas por el espíritu y no por la letra. Mi Señor me enseñó a recibirlo en el espíritu, porque él es Espíritu. Quiero decir que no se puede comunicar con él humanamente. Aprende a sanar tu conciencia en el plano astral cósmico, para que aprendas a recibirlo en el espíritu. Yo amo al Dios de las Alturas espiritualmente y no religiosamente. No amo al Dios de las Alturas por el credo, sino con los hechos. Cuando uno recupera su espiritualidad es completamente libre de las ataduras de los credos. Ya uno vive según el estado de adelanto de su conciencia. Cuando recibimos la salud interna, vivimos y pensamos según el perfeccionamiento que hemos logrado recuperar.
Bienaventurados los que sufren porque ésos, verán a Dios. Y yo le añado: Bienaventurados el que sufre el martirio de la predicación, porque ésos le serán gratos a Dios.
Amén.

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