sábado, 8 de agosto de 2009

Continúo con mis inquietudes

Continúo diciendo que no se aprende a través de las interpretaciones. Eso no es real. Lo que aprende el espíritu a través de la conciencia interna eso sí es realidad, porque lo va viviendo el espíritu mientras vas aprendiendo. Aprendemos por quien en realidad nos conoce, que es el espíritu de Cristo. El lenguaje del evangelio espiritual, nuestro Señor Jesucristo y nuestro Padre es el que lo conoce. El evangelio espiritual está en el plano astral cósmico. Solamente llega para aquellos elegidos cuando va a ocurrir un cambio en el planeta. Entonces recibimos los verdaderos mensajes. No es imposible recibir al Señor de las Alturas, sino saber cómo se puede recibir. Cuando se recibe el llamado del plano astral cósmico el espíritu recibe primero, 1) Limpieza interna. 2)La preparación para el bautismo astral. 3) Se recibe el Espíritu Santo. 4) Luego se queda un cuerpo celeste para cuidarte y doctrinarte en la sabiduría celestial que son las cosas del Dios de las Alturas. A través de la limpieza interna es cuando se aprende hacer su voluntad conociendo las verdaderas leyes divinas, o sea, las leyes que pertenecen al espíritu. Por esas leyes divinas es que se rige el espíritu. De ahí en adelante ya no somos carnales porque la conciencia llegó a la obediencia perfecta, que es una de esas leyes. En el estado perfecto es que podemos entrar a los colegios astrales cósmicos para aprender. Por eso nuestro Señor siempre nos dice que la letra es muerte, porque permanecemos en tinieblas cuando no aprendemos por el espíritu.
Quiero también que comprendan que si el lenguaje de nuestro Señor es espiritual, pues yo tengo que hablar espiritualmente. Espiritualmente porque la espiritualidad llega del espíritu. El espíritu es el que recibe la espiritualidad. Pertenece al espíritu. Es todo lo que concierne a la vida del espíritu. El Dios de las Alturas él es espíritu. Por lo tanto continuaré hablando sobre todo lo que se relacione con la vida del espíritu. Si soy eterna por el espíritu, tengo entonces que conocer todo lo que le concierne al espíritu, o sea, conocer su origen para poder seguir creciendo en el espíritu. En todas las obras de nuestro diario vivir nos manifestamos a través del espíritu. Lo carnal es solamente una vestimenta que tenemos que dejar en algún momento y no nos llevamos de ella absolutamente nada. Pero esa vida eterna que llevamos, sí podemos encontrar el crecimiento de lo que verdaderamente somos, y de lo que perdimos en un momento de desobediencia. Hermanos, todo lo que pronuncie mis labios llega desde lo más profundo de mi alma, porque todo lo recibe mi espíritu de allá arriba en un lugar muy lejano. Si les dijera que les hablo con el corazón entonces sería yo una miserable. El corazón es la vida del cuerpo humano, y muere como el cuerpo. Entonces nada quedaría de mis dulces palabras para una humanidad que tristemente se pierde otra vez en el abismo del desconocimiento por falta de los verdaderos conocimientos celestiales. El alma es la esencia del espíritu, y es eterna como lo es el espíritu. Por eso es necesario que aprendan los conocimientos celestiales a través del espíritu. Hermanos míos, de allá arriba en el espacio. De donde viene todo sincero y puro. Entonces al decir presente recibirás el consolador que siempre nos ofrece el Creador en nombre de Jesucristo. Reciban pues, al verdadero maestro, el Espíritu Santo. Hermanos, suban esa montaña donde está esa fuente. La fuente para la alimentación eterna.
Que nuestra Santa Madre Cósmica los llene a todos de bendiciones. Eso os pido Señor de las Alturas, siempre.
Amén.

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