viernes, 7 de agosto de 2009

Mis inquietudes

Según se expresa la humanidad dicen que nacen hoy para morir mañana. Sin embargo dicen amar al Dios de las alturas, o sea, a Jesucristo. Cómo se puede amar a una persona que no se conoció y que supuestamente murió, si no saben amar a los que han conocido? Cómo es posible que sepan amar lo desconocido? Creen ustedes que creer en el Dios de las Alturas es amarlo? Creen ustedes que ese modo de amarlo no es una mentira? Cómo pueden creer ser mejores seres viviendo bajo el manto de esa mentira? El que está dirigiendo este mundo quiere que la humanidad siga pensando así para que sigan siendo buenos y no perfectos como lo pide nuestro Padre celestial. Con la perfección ustedes aprenden las cosas de allá arriba en el cosmos, que son las que se debió haber recuperado desde que recibimos al único maestro, nuestro Señor Jesucristo. Pero hermanos miós, volvimos y permanecimos en tinieblas desde que caímos en ella, y de eso hace siglos y siglos. No se puede agradar al Dios de las Alturas si no se conoce sus cosas, sus cosas son celestiales. Sus cosas celestiales son espirituales. Todas esas cosas espirituales pertenecen a tu ser interno, a tu espíritu. Si no conoces el origen de tu espíritu, pues no puedes conocer a Dios, el de las Alturas, porque como les dije, que las cosas del Altísimo son celestiales.
Si los llamados hijos de Dios no aceptaron el evangelio que nuestro Señor nos traía y lo pusieron en una cruz, entonces, cómo es posible que quieran enseñar su evangelio? El materialismo, que son las religiones, mienten cuando dice que reciben del Señor, porque si así fuera, entonces conocerían el evangelio de Cristo Jesús. Quiero también que comprendan que un siervo no está para juzgar los males de los seres encarnados en el mundo, sino para enseñar el camino de la sanación del alma, para que nosotros mismos encontremos el camino del bien. Pero, solamente el que recibe del espacio cósmico es el que puede enseñar esa sanación. La situación en una islita llamada Puerto Rico y que se encuentra en el area del caribe, y también la situación en el mundo entero, la causa de esos males es que no han conocido la verdadera moral. Cuando acepten el evangelio de Cristo, el que nos trajo y se oculto, y no se sembró la vedadera semilla, no pudimos engrandecer nuestro espíritu para recuperar la salud interna, la salud del alma. Si hubiesen aceptado su evangelio podían haber comprendido que es el espíritu el que aprende por un solo maestro, nuestro Señor Jesucristo con su cuerpo celeste. El espíritu es el que va a colegios astrales cósmicos para purificarse y limpiar su alma en esas aguas divinas del universo.
Nosotros no fuimos creados carnalmente para ser doctrinados carnalmente, me refiero al espíritu, por supuesto. Nosotros somos todos espirituales y las cosas divinas no se encuentran en mundos primitivos como éste. La doctrina que llevo es la doctrina del espacio cósmico, o sea, de los cielos y no de la Tierra. Por eso no pertenezco a ninguna religión. Deben de haber aprendido que si el reino de nuestro Padre celestial no está en este mundo, pues, ese reino no es terrenal para tratar esos conocimientos como terrenales. Por eso las doctrinas de los seres humanos son falsas y son muchas doctrinas. Cada una de ellas está acoplada a cada pensamiento carnal de quien la dirige. La doctrina cósmica es solamente una. Es un solo pensamiento, porque es un solo maestro el que nos dirige. Por eso somos Luz en el espíritu. Recibimos tal como nuestro Señor Jesucristo lo prometió, que uno solamente es el Padre, y uno solamente es el maestro, y nosotros todos discípulos. No podemos ser maestros cuando no hemos crecido en Cristo. Si todos nosotros hubiésemos engrandecido espiritualmente al estado perfecto, ya hubiese estado este mundo en planos elevados. Los que actúan como predicadores tenían que haber sido la Luz del mundo, sin embargo ciegos, cogieron la batuta y engañaron a los habitantes de este mundo. Así hemos estado en este mundo desde que fuimos arrojados a él. Nosotros somos los ángeles caídos desde la fundación de este mundo. Este mundo hecho para el príncipe y sus ángeles caídos. Nosotros somos el último rebaño que queda de los desobedientes de aquellos tiempos.
Más adelante continuaré con mis inquietudes. Que sean todos bendecidos en ese plano cósmico. Que así sea Señor.
Amén.
Ver también http://el renacimiento del templo.blogspot.com

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