La definición que le han dado a la palabra espíritus no se le puede llamar muertos. La palabra muertos significa ''fin''. Sería un término de vida para lo que muere que sería para el cuerpo externo, y no se debe confundir con la vida del cuerpo espíritu. Cuando las personas dicen, por ejemplo: Los muertos hablan. También dicen, veo a un muerto. No se puede relacionar a un muerto con un espíritu, porque los espíritus no están muertos como lo identifica el materialismo. Los espíritus cuando regresan a su mundo natural están más vivos que éstos que los arropa el cuerpo físico, porque no están en tinieblas como cuando aún están encarnados. A los espíritus no se le puede llamar muertos. Un espíritu con Luz es un ser iluminado. ''Recordar que la palabra muerto es algo sin vida''. Por eso la palabra espíritus no significa muertos. Nosotros todos como espíritus somos eternos. Tal como lo indica el único maestro, nuestro Señor Jesucristo. Las religiones para confundir y contradecir el evangelio de nuestro Señor Jesucristo, utilizó la palabra muertos para contradecir el evangelio de la vida eterna. Para los religiosos nunca han existido los espíritus porque nunca se han reconocido como tal, pero como ellos se contradicen, pues aceptan a nuestro Creador como espíritu, pero no a su creación.
Cuando el espíritu encarnado o desencarnado es perfecto, entonces deja de ser común y corriente. Su vida cambia totalmente, y espera ansioso el renacimiento de ese ''nuevo día''. Eso fue lo que le pasó a Job. Yo comprendo muy bien a Job de aquellos tiempos. Comprendo y siento su alegría. Por eso él esperaba ansiosamente ese cambio de morada. Sé lo que se siente al retorno a esa bendita morada.
Un poco sobre mi despertar
Hoy 24 años después de todo lo ocurrido, recuerdo los meses de martirio en mis días de oscuridad cuando vivía ignorando en realidad quiénes somos. Llegó a mi mente el llamado que me estaba haciendo mi Padre celestial. Recuerdo que me atormentaba el enemigo de nuestro Señor Jesucristo. La lucha que tenía en aquellos meses de tribulaciones sin saber qué y quién en realidad me atormentaba. Sin embargo cuando imploré al ''Todopoderoso'' pidiendo su misericordia fue cuando toda esa tortura acabó. Luego fue pasando los años y mi espíritu fue creciendo cada día más y comprendí por qué nuestro Señor enseña que si no se aprende atar al enemigo de nuestro Señor, pues menos podemos atar a sus enseres. Para que entiendan mejor quiero decir, que el enemigo de nuestro Señor Jesucristo es el diablo y los enseres son los que le sirven aún sin darse cuenta que lo están haciendo. Aprendí que cuando desconocemos quiénes somos, entonces se le está sirviendo al enemigo de nuestro Señor.
Cuando nuestro espíritu está preparándose a través de las rencarnaciones para recoger los frutos divinos, pues lo primero que se presenta ocultamente es el enemigo de nuestro Señor para que no puedan recibir esa ''Gracia divina''. Como he dicho anteriormente, que no regresamos al mundo solamente para multiplicarnos. Algunos para pagar deudas a ésos que ayudamos a rencarnar, y a otros para continuar su evolución en el espíritu. Los que han terminado con sus deudas serán recogidos para entrar a otro nivel de conciencia según su evolución. El principal factor es sanar el alma para que logre regresar al reino o al menos a mundos evolucionados para continuar ese trayecto hacia el lugar de nuestra creación. Quién es el que puede hablar de su Señor? El que lo ha recibido. Quién es el que puede hablar del enemigo del Señor? El que lo ha visto y lo ha combatido. Es el que puede hablar porque lo ha vivido.
Que la Luz de los conocimientos celestiales brille por toda la faz del planeta Tierra para que todos juntos le den gracias al Señor por su sacrificio y por su inmenso amor.
Amén.
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