Todos los grupos religiosos hablan de la Luz. Yo pregunto si alguno sabe qué es la Luz. También hay otros que hablan de la luz espiritual, y yo les pregunto si tienen los conocimientos para saber el por qué de esa luz. Otros hablan de la Luz divina, y yo pregunto si conocen esa Luz divina los que dicen que reciben esa Luz. Así mismo viven cuando hablan del reino de los cielos. Éstos te quieren llevar a ese reino sin ellos aún saber cómo podemos recuperar la salud para poder regresar a él. Por eso nuestro Señor nos decía, y nos sigue diciendo, que si no conocen el mundo en el que viven, entonces cómo es que quieren llevarte al reino de los cielos. Para hablar del reino es necesario primeramente conocerlo, y explicar cómo se llega a él, para entonces dar testimonio. No es suficiente entrar a un ministerio, o en una de esas cajas de cemento llamando casa de Dios, y gritar que estás llevando la palabra de ese reino. Hermanos, para hablar de él, hay que conocer ese reino.
Cuando se habla de algo tan sublime, es necesario saber lo que se dice, y comprobar con sabiduría celestial cómo fuiste elegido. Cómo llegaste a ese reino. Cómo se limpio tu espíritu de sus impurezas internas. Cómo recibiste del plano cósmico, y quién es tu maestro para entonces saber si tienes la autoridad de hablar y llevar las ''grandes nuevas''. Escrito está que uno solamente es el maestro espiritual. Y si no tienes la sabiduría cómo recibiste la Divinidad, entonces hermanos tampoco tienes el derecho de hablar de ese divino reino. Nuestro Señor sigue diciendo que él puede derribar todos esos templos hechos en cemento y edificar su Templo en tres días. Para eso es que él llega ahora en este tiempo, para cumplir su promesa. Él nos habló de la edificación de su Templo, que son seres evolucionados en diferentes estados de conciencias. Ellos son enviados a cada iglesia escogida, iglesia que es tu espíritu, ahí es edificado su templo.
Las religiones que siempre es el materialismo, no entendieron a qué iglesia nuestro Señor se refería. Aún viven sin poder conocer su lenguaje, el lenguaje cósmico. ''Por eso el materialismo construye muchas cajas de cemento llamando casa de Dios, pero no edifican''. Porque no tienen las energías que da el Espíritu Santo. La edificación de la energía cósmica se siembra en el alma del espíritu, para que more su divino templo celestial. Ese es el verdadero templo. Tienes que dejar que el Espíritu Santo limpie tu espíritu para que puedas recibir su templo.
Comprender bien. El que recibe del reino, de ese divino plano cósmico, recibe la sanación para ayudar las almas encarnadas, como para las desencarnadas que están también para recoger sanación. Y cuando se recibe esa ''Gracia Divina'' para repartir esa sanación, se le da servicio tanto en el cuerpo físico, como fuera de él en su descanso. Pues, como se aprende a obedecer las leyes divinas, que son las leyes que rigen al espíritu, y el espíritu en su estado perfecto es el que las conoce, pues, puede en su descanso servir, educando a los seres ya sean encarnados como desencarnados. El espíritu cuando ya está en un estado perfecto, entonces trabaja con su propio espíritu fuera del cuerpo, o sea, en su descanso nocturno, y presta ayuda a los seres que desean crecer espiritualmente. Eso es lo que no es común y corriente. Nosotros los que somos elegidos en esa forma, desde que comenzamos a obedecer las leyes cósmicas, y dijimos presente en el silencio, pues así mismo damos servicio luego del recogimiento de nuestro cuerpo físico, damos servicio en el silencio interno.
Quiero que sigan recordando que no se aprende con nadie aquí en el planeta las cosas celestiales, sino por nosotros mismos en el cosmos. Esa inquietud de ese amor hacia las cosas divinas están dentro de nuestro espíritu, y el espíritu es el que se inquieta en ese momento, y por eso nuestro Señor es el único maestro. Él sabe cuándo nosotros estamos preparados para recibirlo. Por eso son vacías las doctrinas carnales. El Señor quiere que lo reciban en el espíritu antes de su llegada. Si nosotros podemos recibir el verdadero maestro, entonces para qué querer conocer las cosas santas por medio de un intermediario. Para qué poner la seguridad en otro que esté dormido en sus tinieblas. Otro ser que aún no tiene la sabiduría celestial que es propiedad del espíritu, porque ahí es donde se encuentra su origen, el origen del espíritu. Yo les digo que es mejor oír lo que nos dice el verdadero maestro, para que así se conviertan verdaderos discípulos. Es muy importante que ustedes sepan a quién le sirven.
Si dicen amar a Dios sin conocer la obediencia que tienen que llevar, y se dejan ser disciplinados a los gustos de otros que están aún dormidos, y que no comprenden todavía a quién le sirven, hermanos míos, seguiré orando en el espacio por ustedes. Es necesario que recuerden que para conocer y amar al Dios de las Alturas, tienen que comenzar a reconocerse ustedes mismos. Seamos todos discípulos de Cristo. Siempre también recordar que nosotros todos estamos en diferentes estados de conciencia, pero lo importante es seguir creciendo. Busquen al maestro en el punto cósmico, porque ahí están los que le sirven a Cristo.
Siempre rogando al Señor Dios de las Alturas, que les envie ese ramo de energías convertidas en un ramo de flores, que jamás han sido vista en este planeta. Eso os pido Señor esta noche.
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Hablemos sobre la Luz celestial, y el Templo
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