Continuemos un poco más sobre la mente, subconciencia, conciencia

El hombre tradicionalmente cuando utiliza su mente para aprender las cosas celestiales, no puede conocer quién es el que lo está dirigiendo hacia esos conocimientos celestiales, y así so tomados por tontos. Los conocimientos celestiales se tiene que aprende a través de la conciencia del espíritu para que penetren en el alma. Por eso es necesario que el alma sane primero, porque sin la sanación del alma el espíritu no puede recoger los conocimientos celestiales en su conciencia. Tienen que recordar que la conciencia está profunda en el espíritu, sin embargo la mente está a flor de la piel, podríamos decir. El ejemplo que utilizó nuestro Señor Jesucristo en aquel tiempo fue cuando dijo que la carne es un pecado (materia) Él se refirió que si seguíamos pensando humanamente, no íbamos a recuperar nuestra salud interna, porque no íbamos a poder recuperar los conocimientos de nuestro verdadero origen en esa forma. Por eso él nos habló sobre los misterios ocultos, pero no dijo cuáles eran esos misterios. Él muy bien sabia que para aquel tiempo no íbamos a poder entender sus enseñanzas.

Para que vayan entendiendo mejor mis mensajes que llegan de mi conciencia interna, voy a repetir lo mismo en diferente forma porque es necesario que lleguen de la manera más correcta que la humanidad pueda entender. El espíritu de un hombre cuando da su cambio de morada, ni siquiera puede llevarse su inteligencia, o sea, lo que ha aprendido de su mundo carnal. Por qué? Porque la inteligencia está a flor de su mente, y no queda en la conciencia del espíritu. No lleva nada que tenga que ver con su mundo interno. No lleva nada que le sirva para su otra vida interna. Entonces tiene que permanecer aquí en este mundo en el espíritu sin poder comprender lo que le ocurre hasta que llegue un buen samaritano y le ofrezca ayuda.

Los conocimientos carnales solamente son para la estadía aquí en este planeta, y no les da alimentación para el espíritu. Por eso es que se queda a flor del pensamiento y no penetra en la conciencia. El pensamiento es del hombre y no la conciencia. Por eso es que la inteligencia la puede tener el hombre, pero no la sabiduría. La sabiduría es del espíritu. La sabiduría es herencia del espíritu. El espíritu aprende a recoger su herencia en el cosmos a través de su conciencia y la envía a su subconciencia. Pero recordar, que el espíritu aprende según su adelanto en el sendero que lleva en su caminar espiritual, o celestial. Son dos procesos que tiene que recorrer el espíritu del hombre si quiere regresar a su Fuente de Luz donde está el reino clestial. Hay que aprende a conocer de dónde venimos y hacia dónde vamos si es que queremos regresar a nuestro divino hogar.

Nuestro Señor nos dice que todos nosotros somos sabios. Él se refiere al espíritu porque sabe que somos hijos de la Luz, y no de la oscuridad. Cuando desobedecimos a nuestro Creador, perdimos poder reconocer nuestra propia Luz. Nosotros somos tinieblas cuando estamos encarnados, pero somos Luz en el espíritu cuando despertamos de la oscuridad. Por culpa de nuestra desobediencia perdimos los conocimientos de nuestro existir. Así fue como entramos a la oscuridad. ''El brillo del espíritu de su Luz interna está en la subconciencia hasta que el espíritu decida querer recuperar''. ''La conciencia entonces dice presente para abrir el camino hacia ese despertar''. Por eso es que este mundo es primitivo. Por falta de esa bendita Luz. Le falta a sus habitantes recuperar a cada un su Luz. La oscuridad en el espíritu ha sido tan abarcadora que es necesario comenzar desde cero. Adquiriendo los conocimientos de nuestro ser interno entonces despertamos y vamos hacia la Luz Suprema que es la Luz principal de todo el universo.

ATENCION: Para aquellos que están siguiendo mis mensajes les notifico que en este blog ''no estaré escribiendo por dos semanas comenzando desde hoy septiembre 29 2009''.

Podrán encontrar mis mensajes con el mismo tema en el blog:

http://renacimiento del templo blogspot.com

Que nuestra santa madre cósmica y nuestro Señor los bendiga a todos. Son siempre mis deseos, Señor.